Biografías

EDUARDO IRLES GARRIGÓS

Nació en Alicante el 21 de Diciembre de 1883, Eduardo Irles fué un escritor con una gran condición humana, como así lo contaba Vicente Ramos, Irles fué un gran amigo de Gabriel Miró, así como de tantos otros ilustres de nuestra tierra. Funcionario del Archivo Municipal de Alicante, Irles fué un escritor modernista, muy exquisito, que en cada una de sus obras imprimía ese espíritu alicantinista. De su pluma fina surgieron narraciones, investigaciones históricas, ensayos literarios, teatro, versos, muchos poemas impregnados de su espíritu de poeta enamorado del modo de vivir de su querido pueblo lucentino.

Pero a Eduardo Irles le faltó voluntad para seguir sin desmayo por la senda de la literatura, por eso perteneció como dijo el poeta Rodolfo Salazar a la clase de alicantinos que dormitan.

Entre sus obras destacan la investigación histórica "La fiebre amarilla de 1804"  la historia ocurrida en su ciudad, "Páginas de antaño" donde habla de un Alicante que se marchó para siempre, un ensayo literario "El espíritu europeo de Larra", poemas como "Romans del bon alacantí", que comienza de esta manera:

"En tartaneta de fira

munta el bon alacantí.

Fragancies de mar y alfábega

embalsamen el matí."

Según contaba Vicente Ramos, era un encanto hablar con él, tanto sentados frente al mar como paseando por la explanada. Debió ser un personaje entrañable como muchos otros que poblaron nuestro querido Alicante.

Entre las páginas de la historia se cuenta que al concluir la guerra civil en 1939, a la casa de los Bernacer en Madrid llegaban alicantinos amigos, parientes y conocidos a la capital para resolver asuntos privados. Uno de ellos fué Eduardo Irles que fué citado por un organismo de aquella época de responsabilidades políticas, Irles cariacontecido informó a la familia amiga de Germán Bernacer, les contó que había sido condenado a destierro en Galicia. Irles a quien Valery Larbaud admiró y citaba en sus libros era inseguro de sí mismo y con espíritu humilde exclamaba desolado "¿Como voy a ir a Galicia si no tengo ni paraguas?". Por mediación de Bernacer y comprobando los funcionarios que era incapaz de mal alguno, le autorizaron a quedarse en Alicante.

Este archivero, escritor, historiador murió el 5 de Febrero de 1954 en su querida tierra de Alicante.

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